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Jun 15, 2023

Ingrese a las minas de sal de Cargill bajo el lago Erie

En Whiskey Island, un gran elevador con forma de jaula recorre 1.800 pies bajo el lago Erie a un ritmo de cuatro minutos, un viaje rápido que para un extraño parece una eternidad infernal. Para los empleados de Cargill, el

En Whiskey Island, un gran elevador con forma de jaula recorre 1.800 pies bajo el lago Erie a un ritmo de cuatro minutos, un viaje rápido que para un extraño parece una eternidad infernal. Para los empleados de Cargill, el descenso, que puede alcanzar una velocidad máxima de 500 pies por minuto, es más parecido al mundano viaje matutino en ascensor, camino a uno de los lugares de trabajo más singulares de Cleveland: la mina subterránea, un mundo cavernoso en sí mismo donde Cada día se recoge la sal que se utiliza para limpiar las carreteras heladas del invierno.

El túnel principal de la mina, que abarca un total de 16 millas cuadradas debajo del lago, se extiende cuatro millas al norte de la orilla del lago. Desde esta línea central, se extrae un número creciente de túneles que corren de este a oeste a través de un proceso probado y verdadero utilizado desde las primeras excavaciones del sitio, después de que se accediera por primera vez al depósito de sal a fines de la década de 1950 y la extracción comenzara en 1962.

"Es sorprendentemente similar a cómo se extraía hace 50 años, en lo que respecta al ciclo", dice David Harris, ingeniero de la mina de Cleveland. "Hemos adoptado algunas cosas inalámbricas subterráneas, pero la mayor parte de la tecnología en la superficie no funciona bajo tierra porque no podemos ver los satélites".

Para comenzar el ciclo minero, se perfora la cara del depósito de sal con agujeros, que se “pulverizan” o se llenan con explosivos. Estos explosivos se detonan mediante el proceso de “disparo”, que deja un espacio despejado lleno de sal y roca, a poco más de 20 pies de profundidad.

Un cargador tipo excavadora “limpia” o limpia el área, y las caras frescas del depósito se raspan en busca de rocas saladas sueltas. El techo del túnel despejado está lleno de pernos de seis pies, lo suficientemente largos como para alcanzar la capa de roca sobre la sal para asegurar la integridad estructural del tramo más nuevo del túnel.

Doce millas de cintas transportadoras y maquinaria de clasificación transportan sal y roca desde el corazón de la mina, y la sal utilizable se transporta sobre el suelo a través de un elevador de producción, para ser cargada en un buque de transporte o almacenada para su uso posterior. En abril comienza la temporada de envío de barcos de Cargill, que dura hasta finales de año, durante la cual dos o tres barcos, como el "Mark Barker", un barco de 639 pies producido por Interlake Steamship Co., transportan entre 18.000 y 20.000 toneladas. de sal por envío.

Bob Nelson, un gerente de ingeniería que obtuvo una licenciatura en ingeniería de minas en la Universidad Tecnológica de Virginia y ha trabajado en diferentes ubicaciones de Cargill durante los últimos 15 años, dice que trabajar en sal es bastante estable, al menos en comparación con otras áreas de la industria de nicho. , como los metales y el carbón, donde las demandas fluctúan con los mercados.

Dado el peligro inherente que representa un invierno helado para los conductores en Cleveland y en el extranjero, no sorprende que esta operación local funcione las 24 horas del día todos los días, ya que 223 empleados se coordinan para cumplir un objetivo promedio diario de 12,000 toneladas de sal.

¿Qué es sorprendente? Durante mi regreso de un recorrido por la mina, los fríos vientos primaverales de la costa del lago Erie casi me hicieron retroceder bajo tierra, donde la temperatura ronda constantemente los 70 grados.

Parte de este control ambiental se debe a conjuntos de puertas selladas, que cierran el corredor principal desde el pozo de la mina para separar el aire fresco entrante, transportado mediante la tracción del elevador descendente, de los humos y gases de escape salientes. Cualquiera que pase mucho tiempo en la mina sentirá un fuerte olor a gasolina al salir, pero respirar en la mina no es difícil ni nauseabundo, gracias a su sistema de ventilación.

El aire fresco recorre la columna vertebral de la mina: el oscuro corredor central desde donde comienza cada nueva extracción. Una vez finalizada la minería, estos espacios se rellenan con roca, sal inutilizable e incluso equipos retirados, antes de ser cubiertos por bermas y cortinas que dirigen mejor el aire fresco a las profundidades más lejanas de la mina.

Al costado del camino, se pueden encontrar mecánicos e ingenieros aceitando la maquinaria pesada que permanece operativa debido a la falta de humedad de la mina. Si el equipo volviera a ver la luz del día, probablemente se oxidaría y dejaría de ser utilizable en un mes. Un centro central dentro de la mina incluye tiendas y máquinas expendedoras, donde los empleados de Cargill pueden encontrar repuestos y equipos para reparar todas las herramientas utilizadas bajo tierra.

Los faros de vehículos parecidos a carritos de golf de gran tamaño, de dos filas de profundidad, atraviesan la oscuridad de la mina, transportando a los trabajadores de Cargill a lo largo de kilómetros entre la entrada y el lugar donde están estacionados para el turno del día.

Mientras estoy lejos de los focos de luz que se encuentran ocasionalmente en toda la mina, mi guía turístico, Greg Jacknewitz, un empleado de Cargill desde hace ocho años y quien ha sido gerente de la mina de Cleveland durante casi un año, apaga las luces de nuestro carro para presentarme el especial tipo de oscuridad que existe dentro de la mina, del tipo en el que no puedes ver tu mano a solo unos centímetros de tu cara.

Por esta razón, las linternas frontales son imprescindibles tanto para los mineros como para los visitantes. Cualquier persona que ingrese a la mina comienza el viaje tomando una de las muchas linternas frontales numeradas que funcionan con baterías, que se pueden rastrear por toda la mina. Una placa de identificación de metal, con el número del faro, está registrada en la superficie y se lleva debajo, como medida adicional de precaución.

La compleja y peligrosa operación minera requiere muchas medidas de seguridad y una comunicación clara entre los mineros. Reflectores codificados por colores se alinean en el túnel central y guían a los mineros hacia los caminos de salida en caso de una evacuación necesaria. Más de 100 teléfonos FEMCO, utilizados como walkie-talkies, se encuentran en lugares estratégicos. Cada uno presenta un mapa detallado que muestra dónde encontrar equipos de respiración de emergencia y las salas seguras de la mina, que pueden sostener a los habitantes durante tres días en una situación peligrosa.

Para Nelson, fue la “cultura de seguridad” de la empresa lo que inicialmente lo atrajo a Cargill cuando ingresó por primera vez a la industria nicho después de terminar la universidad.

"Lo más importante que sale de la mina es el minero, así que es una de las cosas que me atrajo a Cargill y me ha mantenido aquí".

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8:00 a. m. hora del este

31 de julio de 2023